Hola, ¿Cómo estás?
Seguramente tú al igual que yo, te haces esta pregunta a menudo ¿Qué me pongo? Yo soy de las que elige su ropa cada mañana. Puede que tú debas hacerte esta pregunta más de una vez al día, si las actividades que realizas ameritan cambios de vestuario o quizá seas organizada y elijas el día anterior lo que te pondrás al día siguiente. Incluso tuve una clienta, Coach de planificación y gestión del tiempo, que el domingo elegía sus outfits para toda la semana, según su agenda y las distintas actividades que debía realizar.
Si no eres consciente de que tu imagen es la herramienta de comunicación no verbal más poderosa con la que cuentas a la hora de relacionarte con los demás, puede que el tema de tu imagen no te preocupe, ni te importe en lo más mínimo y te vistas en piloto automático, tomando de tu clóset lo primero que encuentres.
Puede ser también que hayas ido simplificando tus opciones al vestir al crear “uniformes” usando prendas similares, en distintos colores. Nuestro cerebro automatiza aquellos procesos que hacemos habitualmente y como el vestirnos es algo que hacemos a diario, puede que para ti se haya convertido en un acto que realizas sin pensar en que puedes darle una intención.
Cuando vives en el deber ser, habitualmente el acto de vestirte tiene que ver con agradar a los demás a través de tu imagen. Hay mujeres que cambian su estilo de acuerdo a su pareja de turno, mimetizándose con ellas o son la versión juvenil de su madre.
Esto ocurre cuando la persona está desconectada de su esencia y no ha realizado un profundo trabajo de autoconocimiento, por lo tanto, tampoco es consciente de que su prioridad debe ser ella, agradarse a sí misma, siendo quien realmente es, porque la verdad es que no lo sabe o no lo ha descubierto aún.
Si sientes que estás aquí te recomiendo trabajar en soltar la necesidad de aprobación y el depender de la validación externa, puedes ir exponiéndote poco a poco y probando cosas que te gusten a ti, simplemente porque te gusten. Deja de preocuparte por si te ves bien y pregúntate ¿Me siento bien?.
También hay personas que tienen el clóset lleno de ropa, pero al pensar en que ponerse, teniendo tantas alternativas terminan diciendo esta frase, “No tengo que ponerme” quien no la ha dicho o escuchado. Finalmente usan siempre las mismas prendas y hacen las mismas combinaciones, usando un 20% de su armario, complicándose a la hora de enfrentarse a la pregunta ¿Qué me pongo?.

Cuando tomamos consciencia de que estamos en un punto que nos acomoda, pero que al quedarnos ahí no evolucionaremos, podemos ir ampliando nuestra zona de confort, para crecer y aprender cosas nuevas. Usar tus prendas de maneras diferentes, probar nuevas combinaciones, puede ser un proceso divertido y además enriquecedor.
Para buscar inspiración puedes usar redes sociales como Pinterest que me encanta, debo confesar que puedo estar horas ahí y que el tiempo pasa volando. Por ejemplo, si hay una prenda de vestir que siempre usas igual, supongamos que es un pantalón burdeos que siempre combinas con negro, puedes buscar en Pinterest “pantalón burdeos outfit” te sorprenderá ver las opciones que puedes encontrar. Lo importante es que pases a la acción eligiendo una opción y pruebes realizar con la ropa de tu clóset, esa nueva combinación.
Si por un motivo u otro la vida te ha llevado a realizar un profundo trabajo de autoconocimiento, luego de generalmente un proceso doloroso. El cambio que ocurre en tu interior se verá reflejado en algún momento en tu imagen. Esta frase refleja eso a la perfección:
Todo Cambio Externo Es Un Reflejo De Lo Que Ocurre En Tu Interior
Y recuerda que cuando hablo de imagen no sólo hablo de tu apariencia, hablo también de tu actitud, tu comportamiento, de cómo te comunicas y también como te relacionas con los demás.

Muchas veces pasa que cuando se realiza este cambio interior, luego no te sientes a gusto con la imagen que proyectas, porque hay muchas cosas que desconoces. No sabes cómo sacarte partido y cuales prendas o colores te favorecen, tampoco sabes armar outfit de manera sencilla, pero efectiva para que tu imagen trasmita esta nueva versión de ti.
Esto se aprende y es un conocimiento que debería estar al alcance de todas las mujeres, porque a través de nuestra imagen podemos empoderarnos, potenciar nuestros talentos, adquirir seguridad, subir nuestra autoestima y lo más importante, manifestar aquello que deseamos atraer a nuestras vidas.
Para poder construir una imagen armónica y coherente, que una tu interior con tu exterior, debes trabajar además en desarrollar tu
estilo personal, que es expresar a través de tu imagen quién eres, hacer que tu imagen hable de ti y del mensaje que tienes para entregar. No tiene que ver sólo con verte bien, sino con sentirte bien y a gusto contigo misma.
El estilo se desarrolla y cambia con nosotras durante toda nuestra vida, si eres mamá como yo lo entenderás, dejé de usar tacos cuando fui mamá, por una cosa de comodidad y dejé de vestir tan formal cuando comencé a trabajar desde casa. El estilo evoluciona constantemente y va muy ligado al estilo de vida y nuestra personalidad.
Quiero compartir contigo estas preguntas para reflexionar: ¿Qué quiero transmitir o proyectar con mi imagen? ¿Me siento a gusto con mi imagen? ¿Cómo me quiero sentir? Si quieres compartir tu respuesta, déjame un mensaje abajo en los comentarios, estaré feliz de leerte y que conversemos.
Un abrazo.❤